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Un buen gobierno es aquel que ejerce el poder y la administración pública procurando un manejo correcto de los recursos económicos y sociales de un país, en busca de un mejor desarrollo y del bien común. Un buen gobierno tiene cuatro elementos básicos:
Estos elementos básicos para un buen gobierno, se encuentran estrechamente ligados y se refuerzan unos a otros. Una administración transparente es una administración predecible y confiable, donde la corrupción prácticamente no existe. De esta manera, la transparencia se entiende como:
Por otro lado, la corrupción se define como:
La corrupción involucra comportamientos impropios y fuera de la ley, que benefician a las personas que la practican o que inducen a otras a practicarla, mal utilizando el cargo que los gobiernos les conceden y traicionando la confianza de los ciudadanos. Lo anterior se relaciona directamente con el concepto de acceso a la información y responsabilidad gubernamental, que implican el ejercicio del cargo bajo ciertas normas definidas que permitan a la ciudadana aumentar la confianza en la administración pública.
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