Una hembra necesita un metro cuadrado de espacio; la hembra con
su cría necesitan 1.4 metros cuadrados y un cabrito destetado
requiere 0.7 metros cuadrados.
Ubique las instalaciones en un lugar bien drenado (tierra y pendientes
suaves). El barro es propicio para las enfermedades.
Los corrales deberían de estar bien ventilados e iluminados;
ser frescos, estar secos y a la sombra y protegidos de avenidas de
agua y de vientos fuertes. Deben ser fáciles de limpiar.
Piso de tierra, techo inclinado.