• Los corrales con pisos ranurados contribuyen a controlar las lombrices, ya se rompe el ciclo reproductivo. En este caso el corral debería de estar sostenido por columnas y el piso situarse entre 1 y 1.5 metros sobre el nivel del suelo, con el fin de facilitar la limpieza y recolección de estiércol.



  • El piso debería de tener las ranuras suficientemente anchas como para que el estiércol pueda caer a través de ellas pero no tanto como para que las patas de las cabras se atasquen en ellas.
  • Los pisos que forman la base del corral deberían de ser de piedras o tierra compactada, de tal forma que permitan su fácil limpieza y barrido. Se puede emplear una mezcla de 90% de tierra y 10% de cemento para hacer un piso duro. Hacer una zanja de drenaje alrededor del corral para mantener el piso seco. Los piso húmedos engendran enfermedades.
  • Los corrales deberían de estar protegidos de los perros y de otros depredadores y estar situados cerca de la casa del productor para evitar los robos.
  • Los sementales y las cabras deberían de colocarse en distintos corrales para que la separación permita controlar y planificar los empadres. También deberían de tener instalaciones para separar a los cabritos machos y cabritas de destete.