VI. Conclusiones

Los principios de un buen gobierno deben soportarse en un staff directivo de servidores públicos de alta calidad y preparación que comprendan su compromiso y responsabilidad con los principios de un buen gobierno, promoviendo el manejo ético y transparente de sus labores y de su institución.

Es un momento en que el pensamiento reactivo cae en la obsolescencia, siendo necesario el desarrollar una visión proactiva que permita adelantarse al futuro e irlo construyendo poco a poco con calidad y eficiencia, utilizando los principios básicos de la innovación y con apego a la legalidad. Es importante asegurar y auditar manejos transparentes y seguimiento de políticas, lo mismo que establecer estándares de financiamiento y gasto efectivos y sistemas de compensación y ascenso de empleados.

La Agenda Presidencial de Buen Gobierno pone de manifiesto el compromiso de esta administración por superar los desafíos que enfrentamos en materia de gestión gubernamental. Construir un gobierno al día y a la vanguardia es requisito indispensable para cumplir con las metas que nos hemos planteado en las áreas de crecimiento con calidad, desarrollo humano y social, y orden y respeto.

Como funcionarios públicos federales, agentes del cambio por el que votaron los mexicanos, tenemos ante nosotros la oportunidad histórica de sentar las bases de un México justo y prospero.

(Ramón Muñoz Gutiérrez, Mensaje, Agenda Presidencial de Buen Gobierno:
http://www.sra.gob.mx/new/APBG%20para%20difusi%C3%B3n.pdf )

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