ALIMENTACIÓN

Una buena alimentación es la base para un adecuado crecimiento y desarrollo, así como para conservar la salud. Un niños bien alimentado tiene mayores defensas para resistir ó recuperarse más rápido, en caso de padecer alguna enfermedad.

Muchos de los problemas que afectan la salud de los niños y limitan su crecimiento, son derivados de una mala alimentación. Los más comunes son producidos por comer insuficientemente en cantidad y en calidad, lo cual provoca desnutrición.

La desnutrición afecta casi a uno de cada cuatro niños, limita el desarrollo de sus potencialidades y debilita sus defensas antes enfermedades infecciosas, las cuales a su vez, favorecen una mayor desnutrición, con esto se genera un círculo vicioso.

Tampoco comer de más es bueno, ya que causa obesidad, que a la larga propicia enfermedades como afecciones del corazón, diabetes y presión alta.

La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido, porque tiene todos los nutrimentos que necesita y le brinda protección contra muchas enfermedades. Se le debe dar como alimento único durante los primeros cuatro meses, después de esa edad la leche de la madre puede resultar insuficiente para satisfacer por sí sola las necesidades que tiene el niño en su crecimiento, por lo cual es necesario dársela junto con otros alimentos hasta que cumpla un año de edad y coma lo mismo que su familia.

Lo importante de una alimentación adecuada no es comer mucho ni muy seguido, sino saber balancear bien la comida, incluyendo alimentos que proporcionen proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales, así como aprovechar los productos de la región ó de temporada para cuidar la economía familiar.

Alimentación al pecho materno

La leche materna es el alimento más completo, tiene exactamente lo que el bebé necesita para nutrirse. Es de calidad insuperable y no cuesta. Siempre está lista, a la temperatura ideal. Es pura, fresca y no se contamina. Le brinda al niño las defensas que lo protegen de diarrea, tos y otras enfermedades de la infancia.

La alimentación al pecho materno, además de proporcionar al niño todas las sustancias nutritivas que requiere en cantidad y calidad, también contribuye a su desarrollo emocional, ya que favorece la relación afectiva entre la madre y su hijo. El abrazo cálido que la madre le brinda durante el tiempo que lo amamanta, lo hace sentirse querido y protegido. Esto le da seguridad.

Al principio, el bebé recibe de su madre el “calostro” ó primera leche, la más rica en defensas. Es importante amamantar al niño inmediatamente después de nacer y darle el pecho como único alimento durante los primeros cuatro meses de vida. La leche materna constituye, por sí sola, el mejor alimento y la mejor bebida que puede recibir.

Desde los 4 meses de edad, la leche materna y ano es suficiente para el niño, necesita empezar a comer otro tipo de alimentos como cereales. Poco a poco y de uno por uno, éstos deben ser preparados con limpieza para evitarle enfermedades. La lactancia materna debe continuar hasta que el niño cumpla un año.

Los primeros alimentos

A partir de los cuatro meses, es necesario empezar a darle al niño además de la leche materna otros alimentos y líquidos, porque la leche de su madre puede resultar insuficiente por sí sola. Sin embargo, no debe suspenderse, por lo menos durante el primer año de vida, para seguir brindándole protección.

A los cuatro meses de edad, el niño debe recibir probaditas de frutas raspadas como manzana ó plátano, hasta que las acepte. Después se empieza con papillas de verduras cocidas y finalmente se le puede dar pollo y otras carnes.

Los alimentos complementarios como: papillas de frutas, verduras, pollo ó carne se deben dar después de que el niño haya bebido su leche materna, no antes.

La higiene en la preparación y conservación de los alimentos que se le brindan al niño es indispensable para evitarle enfermedades diarreicas, que pueden poner en peligro su vida.

Es aconsejable no mezclar los alimentos que se le brindan al niño y así poder constatar la tolerancia que tiene para cada uno de ellos. Se recomienda pasar a otro cuando ya haya aceptado el anterior. Tampoco es bueno condimentar sus comidas, para que aprenda a reconocer y degustar el sabor de cada alimento.

La cantidad y la variedad de alimentos que se le den a un niño, se deben aumentar poco a poco conforme va creciendo, para que al cumplir el primer año coma lo mismo que su familia. Se le deben ofrecer los alimentos con cariño y afecto. Haga de las comidas un momento agradable de convivencia familiar.

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