Reflexión 1. La felicidad
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1
En cierta ocasión se
reunieron todos los
dioses y
decidieron crear al
hombre y a la mujer.
Planearon hacerlo a su
imagen y semejanza.
Uno de ellos dijo: Pero
esperen, si los vamos a
hacer a nuestra imagen y
semejanza, debemos
pensar en algo que los
diferencie de nosotros,
de no ser así estaremos
creando nuevos dioses.
Debemos quitarles algo,
pero ¿qué les
quitamos? Después de
mucho pensar, uno de
ellos dijo: Ah, ¡ya sé!,
vamos a quitarles la
felicidad, pero el
problema va a ser donde
esconderla para que no
la encuentren jamás.
2
El primer dios propuso lo
siguiente: ”¡Vamos a
esconderla en la cima
del monte más alto del
mundo!” Inmediatamente
respondió otro: “No,
recuerda que les dimos
fuerza, alguna vez
alguien puede subir y
encontrarla, y si la
encuentra uno, ya todos
sabrán donde está.”
Luego propuso otro:
“Entonces vamos a
esconderla en el fondo
del mar.” Un dios
contestó: “No es buena
idea, recuerda que les
dimos creatividad.
Alguna vez alguien va a
construir un vehículo
por la que puedan
sumergirse y la
encontrarán.”
3
Uno más dijo:
“Escondámosla en un
planeta
lejano a la Tierra.” A
éste le dijeron: Tampoco
funcionaría, recuerda
que les dimos
inteligencia.
Algún día alguien va a
construir una nave
espacial en la que pueda
viajar a otros planetas
y la van a descubrir.”
El último de ellos, era
un Dios que había
permanecido en silencio
escuchando
atentamente a cada una
de las propuestas de
los demás dioses.
Analizó en silencio cada
una de ellas y entonces
rompió el silencio
diciendo:
“Creo saber dónde
ponerla para que
realmente
nunca la encuentren.”
Todos voltearon
asombrados y preguntaron
al unísono: “¿En
dónde?”
4
“Lo esconderemos dentro
de ellos mismos,
estarán tan ocupados
buscándola afuera, que
nunca la encontrarán.”
Todos estuvieron de
acuerdo, y desde ese
entonces ha sido así, el
hombre se pasa la vida
buscando la felicidad
sin saber que siempre la
trae consigo mismo...
1
En cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer. Planearon hacerlo a su imagen y semejanza.
Uno de ellos dijo: Pero esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así estaremos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero ¿qué les quitamos? Después de mucho pensar, uno de ellos dijo: Ah, ¡ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamás.
2
El primer dios propuso lo siguiente: ”¡Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo!” Inmediatamente respondió otro: “No, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.”
Luego propuso otro: “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.” Un dios contestó: “No es buena idea, recuerda que les dimos creatividad. Alguna vez alguien va a construir un vehículo por la que puedan sumergirse y la encontrarán.”
3
Uno más dijo: “Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.” A éste le dijeron: Tampoco funcionaría, recuerda que les dimos inteligencia. Algún día alguien va a construir una nave espacial en la que pueda viajar a otros planetas y la van a descubrir.”
El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente a cada una de las propuestas de los demás dioses. Analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio diciendo: “Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren.” Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: “¿En dónde?”
4
“Lo esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola afuera, que nunca la encontrarán.”
Todos estuvieron de acuerdo, y desde ese entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que siempre la trae consigo mismo...