Las diferencias por género, personalidad y experiencia previa.

Sabemos, sin necesidad de hacer profundas y complejas reflexiones, que todos y cada uno de nosotros somos portadores de una historia y personalidad que nos hace únicos, especiales. No hay dos personas iguales, nuestras biografías difieren radicalmente a pesar de estar inmersos en una misma sociedad regida por los mismos valores y objetivos.

Las diferencias en un salón de clases constituyen hoy y siempre una realidad cotidiana. Trabajamos día a día con un grupo formado por alumnos de la misma edad, con condiciones sociales semejantes, con historial académico proveniente de la misma institución o bien de otras similares, y sin embargo identificamos en ellos diferencias radicales, diferencias relacionadas con su personalidad, sus conocimientos previos, el sexo, el carácter.

Muchos de los niños que hoy en día van a al jardín de niños pasarán a primero de primaria luego de haber cursado tres o hasta cuatro años de educación preescolar. Sin embargo, actualmente todavía hay muchos niños que tienen sólo un año de educación preescolar, sin contar aquellos que ni siquiera tienen la oportunidad de asistir.

Al hablar de diferencias relacionadas con la experiencia previa, no solo se hace referencia a sí un niño recibió o no algún tipo de instrucción, sino también a la calidad de la instrucción recibida, por ejemplo: en muchas escuelas que están lejos de centros urbanos se manejan aún con un solo maestro/a para todos los grupos de primaria, lo que puede demeritar la calidad. También interviene la ubicación geográfica, ya que no es lo mismo las vivencias y oportunidades de un niño en una zona rural a las experimentadas por un niño proveniente de una zona urbana.

A continuación se presenta una lista que no pretende ser exhaustiva, sino sólo enunciativa de los factores que intervienen en la experiencia previa.

  • Formación de sus maestros,
  • Medio ambiente que estimula el aprendizaje,
  • Conocimientos de computación,
  • Uso de la tecnología (computadoras, programas computacionales, redes de información...),
  • Acceso a la información,
  • Tipo de relación que llevan con los adultos que los rodean,
  • Relación con coetáneos,
  • Comunicación en el hogar y en la escuela,
  • Tipo de entretenimiento,
  • Posibilidades de jugar al aire libre,
  • Tiempo frente a la televisión,
  • Autoestima,
  • Socialización,
  • Valores familiares practicados,
  • Posibilidades de relacionarse con la cultura y las artes,
  • Alimentación,
  • Actividades deportivas,
  • Salud en general.

Son tantos los factores que influyen en el peso que la experiencia previa tiene en el aprendizaje de cada alumno, que resulta imposible pensar que todos nos interesamos, comprendemos y adquirimos habilidades de la misma manera.

Por ejemplo, diferentes estudios en los Estados Unidos han encontrado que existe una estrecha relación entre nuestra propia percepción positiva en términos de imagen y el desempeño escolar. Y se han registrado estudios a nivel nacional que sugieren que para aquellas niñas cuya autoestima baja considerablemente en los grados escolares intermedios, como consecuencia muestran notable baja en sus logros académicos (Rothenberg, 1997).
Otro estudio publicado por el departamento de educación de lo Estados Unidos (Eric Digest,2001) también nos demuestra como nuestras experiencias previas influyen fuertemente en nuestro desempeño escolar, tal es el caso de los estudiantes latinos en escuelas de Estados Unidos. El estudio habla sobre como, a pesar de que los latinos están motivados y tienen altas aspiraciones educacionales, su desempeño escolar es muy bajo ya que se ve comprometido por diversos factores como: su bajo historial académico por haber asistido a escuelas de poca calidad o no haber participado en programas preescolares, el idioma, entre otros.

Hablar en términos de personalidad supone hablar de uno mismo, de las características innatas, de lo aprendido, de todas las vivencias y "herencias" que de forma estable, ordenada o desordenada, orientan y determinan la conducta.

Existen dos enfoques en cuanto a su estructuración:

La base de la personalidad se encuentra en el concepto de identidad, considerada como "la organización de los impulsos, capacidades, creencias e historia del individuo en una imagen sostenida del yo. Representa elegir y tomar decisiones deliberadas, particularmente sobre la vocación, la orientación sexual y una filosofía de la vida." (Marcia, 1982, citado en Almaguer, 1998, p. 70).

Un elemento a considerar en la definición de la personalidad es la conducta, en la cual convergen las dos posturas y mediante la cual se hacen visibles y observables los indicios de la personalidad. La conducta, por el hecho de ser observable, es nuestra "carta de presentación". Por medio de ella mostramos nuestra autoimagen.

Hablar de personalidad es referirse también a los conceptos de carácter y temperamento. El primero está centrado en las disposiciones congénitas que configuran la estructura mental de la persona. El segundo está dirigido a la individualidad fisiológica, que los antiguos relacionaban con los cuatro elementos de la naturaleza presentes en el ser humano (sangre, bilis amarilla, bilis negra y la flema).

¿Imagine que entran como alumnos a su salón de clase Pablo Picasso y el che Guevara (con la edad correspondiente al grado que imparte)?, conociendo su personalidad, usted seguramente buscaría cambiar sus estrategias de aprendizaje porque sabría que estos dos personajes no aprenden de la misma manera ni tampoco, se interesan por lo mismo temas. Lo mismo ocurre con la variedad de caracteres y temperamentos que encuentra en su salón de clase, de ahí la importancia de conocer un poco de su personalidad a la hora de planear.

Pierce J. Howard (1999) estudioso del cerebro y sus implicaciones en el comportamiento y el aprendizaje, entre otras variables, asegura que existen diferencias biológicas importantes entre el cerebro de los hombres y de las mujeres. Cada uno de ellos posee habilidades específicas.

Resulta interesante retomar los estudios de Howard, dado que muchas de estas habilidades tienen que ver con el proceso enseñanza-aprendizaje.

A continuación se presentan algunos de los puntos más sobresalientes de su estudio.

Hombres

Mujeres

Tienen mejor habilidad general para las matemáticas

Tienen mejor habilidad general verbal

Resuelven problemas matemáticos de manera no verbal

Tienden a caminar mientras resuelven problemas matemáticos

Su razonamiento espacial (tridimensional) es mejor

Son mejores en gramática y vocabulario

Son mejores en ajedrez

Son mejores para aprender lenguas extranjeras

Son mejores para leer mapas

Tienen mejor coordinación motora fina (ojo-mano)

Son mejores para leer planos

Se dan cuenta con más precisión de lo que perciben por medio de los sentidos

Tienen mejor visión en plena luz del día (ven menos en la oscuridad)

Tienen mejor visión nocturna (son  más sensibles a la luz brillante)

Tienen mejor percepción en el área azul del espectro de colores

Tienen mejor percepción en el área roja del espectro de colores

Tienen visión angosta (visión de túnel) y perciben mejor la profundidad y la perspectiva

Tienen visión amplia o periférica para los aspectos globales, tienen más conos receptores

Tienen más defectos del habla y problemas de tartamudeo

Perciben mejor los sonidos

Necesitan más reeducación para la lectura (proporción de 4 a 1 respecto a las mujeres)

Cantan más entonadas (proporción 6 a 1 respecto a los hombres)

Se interesan más por los objetos

Se interesan más por las personas y los rostros

Hablan y juegan más con objetos inanimados

Descifran mejor las señales sociales y de carácter

Requieren más espacio

Requieren menos espacio

Tienen mejor memoria auditiva

Tienen mejor memoria visual

Memorizan más fácilmente información relevante u organizada

Memorizan más fácilmente nombres y rostros, así como información aislada e irrelevante

Se enojan con más facilidad

Les toma tiempo enojarse

Hablan más tarde (generalmente a los 4 años)

Hablan más pronto (90% a los 3 años)

Utilizan más el oído derecho

Escuchan de igual manera con ambos oídos

Hacen menos contacto visual

Hacen más contacto visual

Sus períodos de atención son cortos

Sus períodos de atención son más largos

Con más frecuencia son zurdos

Existe igual número de mujeres zurdas que diestras

Prefieren guardar distancia de los miembros de su mismo sexo

Tienen mayor facilidad que los hombres para estar cerca físicamente de personas de su mismo sexo

Son tres veces más propensos a presentar dislexia o miopía

Tienen menor probabilidad de presentar dislexia o miopía

Cuando se les deja solos, tienden a formar organizaciones con estructuras dominantemente jerárquicas

Cuando se les deja solas, tienden a formar organizaciones con alternancia de poder

Interrumpen para introducir nuevos temas o nueva información

Interrumpen para clarificar o apoyar


Niños de preescolar

Niñas de preescolar

Ocupan más espacio para jugar

Ocupan menos espacio para jugar

Previeren trabajar con juguetes de construcción y bloques

Prefieren jugar con seres vivos

Construyen estructuras altas

Construyen estructuras bajas y largas

Se muestran indiferentes ante la llegada de un nuevo miembro al salón de clase

Saludan a un nuevo miembro que llega al salón de clase

Aceptan a los demás siempre y cuando sean útiles

Aceptan a los demás siempre y cuando sean buenos

Prefieren historias de aventura

Prefieren historias románticas

Juegan a juegos más competitivos

Juegan a juegos menos competitivos

Son mejores para aprender de manera visual-espacial

Son mejores para aprender de manera auditiva

Traducido y adaptado de (Howard, 1999)

Tome unos momentos para reflexionar sobre las diferencias en las actitudes y comportamientos hacia el aprendizaje de sus alumnos con respecto a las de sus alumnas, ¿quienes se muestran más interesados en ciertos temas?, ¿a quienes les gusta trabajar en equipo?, ¿quienes son más inquietos?, etc. Al identificar estas diferencias ¿como las ha plasmado en la planeación de sus clases?.

Además de la diferencias de personalidad, experiencia previa y género, Guild y Garger (1998) también sugieren tomar en cuenta las diferencias culturales. En este mundo globalizado, en algunos colegios no resulta extraño que en un salón de clases haya alumnos de diversas nacionalidades, cada uno con sus rasgos culturales particulares. No se debe pedir a estos alumnos que dejen a un lado su cultura para integrarse al grupo. Los valores culturales y las expectativas de aprendizaje están directamente relacionadas con el éxito académico, social y emocional del alumno en el ámbito escolar. Es responsabilidad del maestro comprender estas diferencias culturales y propiciar un ambiente que acoja a todos los perfiles de alumnos.

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