Clasificación de los clientes

Si ya decidió que quiere vender alguno de estos productos o el humus, déjeme le explico un poco sobre cómo puede venderlos y cómo identificar clientes.

Comercialización

Es opinión generalizada que una explotación de lombrices puede llegar a realizar ventas a los 24 meses del inicio de su operación. Para que lo anterior sea válido es necesario estudiar, valorar y analizar con todo cuidado, una serie de aspectos de gran importancia como, por ejemplo, los costos de inversión, los fletes, la posibilidad de venta y la elección del mercado al cual se destinarán los productos.

Los dos aspectos más importantes a los que el lombricultor deberá dedicar su atención son, en primer lugar, la propia estructura de la explotación y, en segundo lugar, la comercialización de los productos y subproductos de la misma. En el área comercial distinguiremos, según el producto básico a comercializar, dos grandes sectores: el sector humus y el sector carne.

Tipología de los clientes

Independientemente de la zona donde se vaya a ubicar la explotación, hay que efectuar un profundo estudio de mercado para obtener toda la información necesaria para poder afrontar, con garantías de éxito, la venta de los productos de la explotación, tanto de los básicos como de los complementarios o secundarios.

Si la zona en que va a ubicarse la explotación es una zona eminentemente agrícola o hay en ella invernaderos dedicados a la horticultura o a la floricultura, lo más indicado será comercializar el humus como producto base. Recordemos que este fertilizante tiene la ventaja de ser 100% neutro y que, por ello, será muy apreciado por los agricultores cuyos cultivos se hallan parasitados. Dado que el humus carece de acidez, creará un hábitat desfavorable para los parásitos, con lo que se alejarán de las plantas y de las flores invadidas.

Otro canal comercial que puede resultar muy interesante en el ámbito de la agricultura es la venta de lombrices vivas destinadas a enriquecer los terrenos empobrecidos por el abuso de fertilizantes químicos.

Otros sectores que pueden tener una fuerte demanda de lombrices vivas son el sector de la silvicultura (montes) y el de los viveros: el primero, para la directa incorporación de las lombrices al suelo, aunque se trate de zonas arbóreas consolidadas; el segundo, para utilizar las lombrices en la fase de transplante de las plantitas jóvenes. Es obvio, por otra parte, que el humus es un producto vital en todas las fases de la actividad de los viveros.

Puede también ser interesante vender lombrices a las grandes explotaciones agrícolas para que éstas, a su vez, monten una explotación propia destinada a tratar todos los residuos orgánicos que producen, como el bagazo de caña, la pulpa de café, los residuos de las fábricas extractoras de jugo, etc.


Última actualización: 2002-06-04 6:17 PM