Elementos Vocales

Los elementos vocales no se refieren al contenido de lo que se dice, sino a la forma cómo se dicen las cosas. “Existe una clara distinción entre la manera en que una persona emplea las palabras (Comunicación verbal) y cómo emplea su voz” (Hybels et. Al., 1982:111)

Albert Mehrabian (citado en Elizondo, 1999, p. 96) estima que el 38% del significado social del proceso de comunicación reside en la percepción de la voz. En cuanto a los elementos vocales podemos identificar los siguientes aspectos:

Es la fuerza con la que se emplea la voz. Monroe y Ehninger (Elizondo, p. 96-97) señalan que es responsabilidad de quien habla ajustar el nivel de voz en función a la distancia que lo separa de la otra persona. A esto se agrega el gran desgaste y disgusto que provoca tanto el que nos griten como el no poder escuchar con claridad el mensaje. Esto puede interpretarse, por un lado, como agresividad; y, por el otro, como deseo de manipulación; ambos son inadecuados por igual.

El tono se define como “la inflexión de la voz y modo particular de decir una cosa, según la intención o el estado de ánimo de quien habla (Elizondo, p. 97).

Hace referencia a la cantidad de palabras emitidas durante alguna unidad de tiempo, generalmente por minuto.

“El enfado, la tensión y el miedo pueden asociarse con las comunicaciones rápidas, mientras que la pena o la depresión lo son con las comunicaciones lentas. El orador retendrá mucho mejor la atención del oyente al cambiar la velocidad de su comunicación al tiempo que cambia la naturaleza de sus ideas, de su estado de ánimo o la naturaleza de la retroalimentación que recibe” (Elizondo, p. 97)

“Todas las formas de variación vocal contribuyen al énfasis” (Elizondo, p. 97). Entre ellas se destacan el volumen, la velocidad, el tono y entonación e, incluso, el uso de pausas, lo que hará que la comunicación no sea monótona, aburrida o confusa.

Dada la importancia de la voz, es necesario que como maestros tengamos en cuenta este importante elemento de comunicación, y tomemos conciencia del impacto potencial en el que escucha, que evidentemente determinará la connotación que los alumnos darán a nuestros mensajes y viceversa.

Conclusión

Pensar en comunicación es pensar en poner en común, de ahí que el ser congruentes entre lo que decimos y lo que expresamos con nuestro cuerpo sea fundamental.

El pensar que esto impacta en la comunicación en un 93% puede sonar aterrador, pero como profesores debemos comprometernos a desarrollar la habilidad del dominio corporal en el salón de clases, así como al manejo efectivo de la voz, ya que con ella podemos comunicar entusiasmo y compromiso hacia el logro de los objetivos de aprendizaje.

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