Unidad 2. Ámbito III. Comprensión de enfoques y contenidos del programa de estudio correspondiente
Conclusión

Como hemos visto,  el lenguaje es una actividad que abarca mucho más que la construcción de frases y oraciones: involucra la utilización de recursos de diferente índole en función de las condiciones de producción e interpretación de los textos y el intercambio oral

El papel que se le demanda a la escuela en la enseñanza del Español está en crear los espacios para que la dimensión social del lenguaje sea comprendida en toda su magnitud, para que los alumnos desarrollen la capacidad de interactuar y expresarse de manera eficaz en las diferentes situaciones de comunicación de las sociedades contemporáneas y, al mismo tiempo, aprendan a valorar la diversidad de lenguas y sus usos; asimismo, proporcionar las condiciones necesarias para que los estudiantes aprendan y utilicen adecuadamente las variedades del lenguaje escrito, ya que es su conocimiento lo que permite comprender y analizar las variedades formales del lenguaje oral.

El programa de Español para la educación secundaria tiene como propósito principal que los estudiantes amplíen su capacidad de expresión y comprensión del lenguaje oral y escrito, lo usen para aprender y organizar su pensamiento. Para dicho propósito se estructura en cuatro ejes: Prácticas sociales del lenguaje, Temas de reflexión, Ámbitos y, Proyectos.

Como ya hemos visto, la referencia principal para determinar y articular los contenidos curriculares son las prácticas sociales del lenguaje. Los temas de reflexión sobre la lengua y las propiedades de los textos que se integran en el programa, sirven para apoyar el entendimiento de algunos contenidos (la estructura sintáctica y semántica de los textos, su organización gráfica y la puntuación).

En cuanto a la organización de las prácticas sociales del lenguaje en ámbitos; tal criterio remite a las distintas finalidades y contextos culturales que caracterizan la interacción con los otros y con los textos, lo que permite, entre otras cosas, extender las actividades propuestas para la asignatura de Español a otras y viceversa. La idea subyacente es abrir las oportunidades para aprender sobre la lengua y sus usos dentro y fuera de la clase de Español y, de este modo, involucrar a los otros maestros de la comunidad escolar. Por otra parte, el programa se plantea una organización del trabajo didáctico en el aula, con el fin de diversificar las posibilidades de interacción y se fomenta el aprendizaje colaborativo a partir del trabajo por proyectos didácticos y otras actividades permanentes.

En suma, el programa plantea cambios significativos respecto a los anteriores. Tanto los contenidos curriculares y su organización como los requerimientos didácticos para trabajarlos son diferentes. Su rasgo principal es que la asignatura deja de basarse en la enseñanza de nociones y se convierte en un espacio dedicado a apoyar la producción e interpretación de textos y la participación de los estudiantes en intercambios orales, se reorientar la asignatura hacia la producción contextualizada del lenguaje y la comprensión de la variedad textual, el aprendizaje de diferentes modos de leer, estudiar e interpretar los textos, de escribir e interactuar oralmente, así como de analizar la propia producción escrita y oral.

Lo anterior ha hecho que se considere indispensable fundamentar el enfoque de la enseñanza del Español en las prácticas sociales del lenguaje que, como hemos visto, son pautas o modos de interacción que enmarcan la producción e interpretación de los textos orales y escritos; comprenden los diferentes modos de leer, interpretar, estudiar y compartir los textos, de aproximarse a su escritura y de participar en los intercambios orales y analizarlos. En consecuencia, las prácticas sociales del lenguaje constituyen el eje central en la definición de los contenidos del programa pues permiten preservar las funciones y el valor que el lenguaje oral y escrito tiene fuera de la escuela

En cuanto a la estructuración y organización de los contenidos, se han tenido en cuenta cuatro criterios:

  • Equilibrio de los contenidos, que responde a la necesidad de alcanzar un balance entre los ámbitos y dentro de ellos; también respecto a la diversidad de textos y el trabajo pormenorizado con ellos.
  • Pertinencia curricular, que consiste en que algunas prácticas del ámbito de estudio se han vinculado con el trabajo que se requiere en otras asignaturas.
  • • Pertinencia contextual, que tiene en cuenta que los contenidos se distribuyan de acuerdo con la relevancia que tienen en ciertos momentos de la vida de los estudiantes. Al final del tercer año, también se propone que escriban su autobiografía
  • • Niveles de complejidad o exigencia, dado que  para la distribución de los contenidos hay que tener en cuenta el grado de complejidad o exigencia que se propone para desarrollar las prácticas del lenguaje.

Para terminar, le invitamos a realizar la evaluación de esta unidad.
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