Actividades educativas que permitan la experimentación y la práctica.

Imagine que debe aprender a manejar un automóvil a través de la lectura de una serie de documento escritos por diferentes expertos en manejo.

Usted, deberá aprenderse de memoria los procesos a seguir para utilizar el clutch, el freno, las velocidades, el acelerador, etc. También deberá leer la explicación que los expertos dan sobre como rebasar un automóvil en una avenida ("Primero vea el carro que piensa rebasar, calcule la velocidad a la que viaja, después calcule la velocidad máxima a la que su carro puede acelerar y, cuando crea que es el momento adecuado rebase!")... Una vez que usted leyó y memorizó toda la información sobre las diferentes habilidades requeridas para manejar.
Su instructor le pedirá que se suba a un auto y tome su prueba de manejo.

Seguramente, su desempeño en la prueba no será del todo satisfactorio, quizá no logre siquiera encender el automóvil. Ciertamente la lectura de los materiales le proporcionaron información importante para manejar, como por ejemplo: reglas sobre cuando encender las direccionales o que debe evitar para recibir una infracción. Pero jamás podrá manejar un automóvil de forma adecuada y segura, sin contar con la práctica y con un guía que lo instruya en el proceso (Blythe,1998).

En la escuela ocurren situaciones semejantes. Lo que nos permite reflexionar sobre el tipo de actividades y experiencias de aprendizaje que proporcionamos a nuestros alumnos. Los alumnos pueden aprender de los libros y de escuchar una exposición, pero si no se les proporciona la oportunidad de aplicar o practicar el conocimiento, difícilmente lo comprenderán y por lo tanto aprenderán.

"Se sabe que uno aprende oyendo hablar de una materia, pero también se aprende viendo, leyendo sobre el tema, manipulando cosas, trabajando con ellas, intentando resolver problemas, observando como trabajan otras personas o siguiendo su razonamiento, debatiendo, preguntando, etc." (Saint-Onge, 1997 p.18)

Las experiencias y prácticas de manipulación directa permiten que los estudiantes vayan más allá de la información que se les proporciona por medio de la lectura o exposición. Permitiéndoles crear al hacer conexiones, reestructurar, expandir, extrapolar, demostrar, aplicar y construir conocimientos sobre lo que ellos ya saben, y de esta manera adquirir aprendizaje significativo, y por lo tanto aprendizaje para toda la vida. (Blythe,1998)

Saint-Onge considera que el aprendizaje puede facilitarse siempre y cuando no se someta a la única formula de exposición. Esta debe complementarse con soportes visuales, con la lectura personal, con manipulación, ejercicios controlados, etc. Diferentes investigadores han coincidido con esta postura y han encontrado datos interesante relacionados con la retención de información y el aprendizaje. Por ejemplo, Norbis (1997 citado en García,1994) presenta el siguiente cuadro:

Como aprendemos y retenemos
Cómo aprendemos
Cómo retenemos
  • 1% mediante el gusto.
  • 1.5% mediante el tacto.
  • 3.5% mediante el olfato.
  • 11% mediante el oído.
  • 83% mediante la vista.
  • 10% de lo que se lee.
  • 20% de lo que se escucha.
  • 30% de lo que se ve.
  • 50% de lo que se ve y escucha.
  • 70% de lo que se dice y discute.
  • 90% de lo que se dice y luego se hace.
Retención de datos según el medio de enseñanza
Método de enseñanza
Datos retenidos después de tres horas
Datos retenidos después de tres días
a. solamente oral.
70%
10%
b. solamente visual.
72%
20%
c. oral y visual conjuntamente.
85%
65%

(García, 1994, p.253)

También, Edgar Dale diseñó el cono de la experiencia en donde representa el porcentaje de lo que las personas recuerdan de acuerdo a la actividad que realizan.

Las personas recuerdan:

(Dale, 1969)

El reto para los maestros y las instituciones escolares, es proveer a los alumnos de las condiciones necesarias para lograr mejorar la calidad y la cantidad de retención, comprensión y aprendizaje. Es aquí donde los medios para el aprendizaje adquieren gran importancia, ya que son las herramientas y vehículos que permiten la experimentación y la práctica de conocimientos y sirven de enlace entre el aula y la realidad.

De esta manera podemos concluir que para lograr ambientes de aprendizaje estimulantes es indispensable que exista una adecuada unión entre el maestro, el ambiente, las estrategias de aprendizaje y los medios didácticos .

"Dime y lo olvidaré, muéstrame y lo recordaré. Déjame hacerlo y lo comprenderé" (proverbio chino)

Partiendo de que la enseñanza no es una simple transmisión de contenidos, sino la organización de métodos de apoyo que permitan a los alumnos construir su propio saber (Saint-Onge, 1997 p.23). Debemos concebir al docente como un director capaz de provocar y orientar la actividad cognoscitiva del alumno hacia el descubrimiento, la construcción e indagación, a través de métodos, estrategias, medios y recursos didácticos que habrán de apoyarlo en su afán por proveer al estudiante del ambiente idóneo para la construcción de su propio aprendizaje.

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