Estilos cognitivos

Lozano (2000,) establece que "los estilos cognitivos refieren patrones específicos inconscientes y automáticos a través de los cuales las personas adquieren conocimiento. El énfasis reside en los procesos involucrados en el manejo de información en la mente del individuo. La percepción, el juicio, la atención y la memoria son elementos identificados en estos patrones. De aquí que se deriven implicaciones en el aprendizaje debido a estas tendencias cognitivas en lo referente a la percepción, el procesamiento, el almacenamiento y la recuperación de la información" (p. 31-32).

Los estilos cognitivos tienen una relación directa con las tendencias o inclinaciones naturales para realizar una acción de cierta manera y no de otra. Las tendencias constituyen hábitos o costumbres arraigadas con orígenes en experiencias tempranas de la vida del sujeto. La edad, el género, la cultura, el ambiente, el tipo de estimulación, entre otros, influyen notablemente en la constitución de las tendencias y, como resultado, en el desarrollo de los estilos cognitivos.

A continuación se estudiarán cuatro teorías de los estilos cognitivos. Todas ellas comparten ciertas características:

  • Son bipolares (dos estilos opuestos).
  • Se relacionan con el procesamiento de la información.
  • Se relacionan, directa o indirectamente, con la personalidad.

Este estudio permitirá descubrir ciertas inclinaciones que presentan los alumnos y que se manifiestan dentro del aula. Por lo tanto, es deseable que el quehacer docente vaya encaminado a atender, en la medida de lo posible, dichas diferencias.

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La variación en los estilos cognitivos no refleja niveles de inteligencia o desarrollo de habilidades específicas simplemente refleja las inclinaciones que se evidencian a la hora de emprender actividades de aprendizaje (Lozano, 2000).

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