Una comunidad de aprendizaje o de práctica ha sido definida como “un grupo de personas que comparte una preocupación o una pasión por algo que hace y que aprende cómo hacerlo mejor a través de la interacción regular y consistente” (Wenger, 1998). El aprendizaje, concebido como el desarrollo integral de cada persona, es central. En una comunidad de práctica, todos están creciendo y deben crecer más, con el estímulo, la orientación y el contraste de los demás integrantes.