Parece simple, ¿verdad? Pero no lo es. Muchas veces solamente repetimos las cosas sin comprenderlas porque no entendemos el significado de la totalidad de las palabras o porque el lenguaje utilizado está fuera de nuestro alcance.

Pero esta labor no es imposible.

Te vamos a mostrar una forma sencilla para que puedas entender lo que leas de ahora en adelante.
Solo tienes que:

1. Enfrentar el texto que deseas comprender.
2. Leer el texto completo una primera vez.
3. Subrayar las palabras que no entiendas y consultarlas en el diccionario.
4. Volver al texto y saber cuántos párrafos contiene.
5. Subrayar lo más importante de cada párrafo.
6. Hacer un nuevo escrito con lo subrayado.
7. Contestar un par de preguntas para comprobar que entendiste el texto.

¡Y ya está! Fácil, ¿no es cierto?

Un texto es la expresión por escrito de una idea.

Como por ejemplo, esta nota de un periódico:

Primero:
Leemos el texto con atención y subrayamos las palabras que no entendemos para consultarlas en el diccionario.

Ahora, volvemos a leer el texto y separamos los párrafos, pero...

 

Un párrafo es un trozo de escritura que comienza con una letra mayúscula y termina con punto y aparte.

Y entonces podemos ver que nuestro texto está formado por siete párrafos.

 

En seguida, vamos a leer el texto de nuevo para subrayar lo más importante. Pero...


Pues fijándonos en la parte que contenga una idea principal y dejar aparte la paja, el relleno.

¿Estás de acuerdo?
Debes notar algunas cosas:

El título de la nota periodística no es un párrafo.

Solo subrayamos lo esencial, lo que no podría hacerse a un lado porque si lo hiciéramos, el texto perdería su sentido y no se entendería.

Hecho esto, ahora solo tenemos que escribir un nuevo texto que podremos utilizar para estudiar o simplemente para comprenderlo.

Habrás notado que respetamos el título de la nota y deberemos reproducir tal y como fue escrito lo más importante del texto, la médula.