Durante el embarazo, el niño vive en condiciones ideales de temperatura, alimentación y protección de todo tipo. Con el parto, es expulsado al mundo y queda desprotegido. El nacimiento representa cambios importantes ya que a partir de ese momento el niño tiene que realizar funciones como comer, respirar y hacer sus necesidades por sí solo. Para lograrlo necesita estar sano y madurar. Por eso es tan importante que tanto la madre como su hijo reciban los cuidados necesarios para lograr un mejor crecimiento y desarrollo del niño y una vida más sana para ambos.
Es muy importante que el parto sea atendido por personal capacitado, en un lugar limpio y de ser posible donde pueda resolverse cualquier urgencia. Lo mejor es que el niño nazca en una clínica u hospital. Un niño recién nacido, para crecer y desarrollarse sano y fuerte, requiere de la atención, el cariño y los cuidados de toda su familia y en especial de su madre. Sin olvidar que el cuidado de los hijos es responsabilidad de ambos, padre y madre.
El niño nace con la protección que le pasa la madre durante el embarazo y luego a través de la leche materna. Esta dura poco tiempo, por eso su organismo debe formar sus propias defensas con ayuda de las vacunas. Es muy importante aplicarle desde el nacimiento la antipoliomielítica y la de la tuberculosis. Después debe completar el esquema básico de vacunación durante su primer año de vida. |
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