JUEGO Y RECREACIÓN

Además de las necesidades físicas, el niño tiene otro tipo de necesidades, de cariño y de estímulo; cuya satisfacción es básica para su desarrollo mental y emocional.

El recién nacido, desde su primer día de vida es capaz de dar y recibir afecto y relacionarse con otras personas. Esta interacción y el hecho de sentirse amado construirá su sentimiento de seguridad y de confianza en sí mismo.

Los lazos de afecto que se establecen en las primeras etapas de la vida, contribuyen a sentar las bases de las relaciones que tendrá en su vida adulta.

Los niños aprenden a través de la acción; por lo tanto, a medida que van creciendo, necesitan gozar de libertad para explorar y jugar. El juego es uno de los aspectos esenciales del crecimiento, favorece el desarrollo de habilidades mentales, sociales y físicas; es el medio natural por el cual expresan sus sentimientos, miedos, cariños y fantasías de un modo espontáneo y placentero. Sienta las bases para el trabajo escolar y para adquirir las capacidades necesarias en etapas posteriores de la vida.

Durante la edad escolar, el niño requiere del ejercicio físico y de la recreación para fortalecer sus músculos y huesos, adquirir actitudes de convivencia, competencia e interrelación con los demás, así como sus rasgos de carácter y de personalidad. Por ello, la práctica del deporte se hace indispensable para su pleno crecimiento y desarrollo.

VOLVER AL INICIO