Esta segunda etapa
es la continuación perfecta de la que le antecedió. Si la primera
etapa se desarrolló sin tropiezos, será muy sencillo establecer
las normas en el salón de clases. Es recomendable que usted sugiera algunas
de ellas y dé oportunidad al grupo que sugiera el resto. Como comprenderá,
será mucho más sencillo acatar disposiciones que han salido de
nuestra opinión y no sólo tomar y seguir al pie de la letra las
ideas de otros. En esta etapa los estudiantes empezarán a organizarse
en equipos de trabajo eficiente. Las responsabilidades de los miembros del grupo
son definidas y los miembros aprenden qué clase de conductas son premiadas
o aceptadas por el grupo. Como se mencionó, si el grupo ha completado
más o menos con éxito los ejercicios de familiarización
y confianza de la etapa de Orientación, es probable que la cohesión
en el grupo sea elevada y el terreno para trabajar los contenidos de la clase
sea el óptimo.