Introducción

Imagínese a un grupo de personas jugando por primera vez dominó. Esta situación no tendría ninguna particularidad a menos que comentemos que ninguna de ellas conoce las reglas del juego. Ahora vuelva a imaginarse la misma situación pero bajo estas condiciones, creemos que usted está concluyendo en este punto que eso sería un caos: todos podrían autonombrarse ganadores, por ejemplo, o empezarían a discutir por querer tomar el turno para jugar de manera arbitraria, o simplemente terminarían no jugando dominó sino algo que no sabríamos cómo llamarlo. Todo esto se puede arreglar si se sugieren reglas. Las reglas están ahí para normar los comportamientos humanos, en este caso el jugar dominó implicará que se ponga de manifiesto una serie de comportamientos en las personas que están involucrados en él. De igual manera, en el salón de clases es importante establecer las reglas o normas de conducta esperadas. Esto evitará futuros conflictos. Por consiguiente, trabajaremos en este tema la segunda etapa del modelo: Establecimiento de normas.