Hablar de autoestima como eje de este módulo es hablar del factor humano que marca la diferencia entre una persona segura de sí misma, capaz de afirmarse asertivamente en todos los contextos en los que interactúa y una personas que se somete o evade la confrontación a través del diálogo y los acuerdos verbales, que le permitirían vivir plenamente los conflictos propios del aprendizaje activo en las distintas etapas de formación.

La página titulada "El Psicólogo de la Red", que contiene información valiosa sobre autoestima en niños y jóvenes, señala que:

"La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica. Es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o tontos; nos sentimos antipáticos o graciosos; nos gustamos o no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se conjuntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.

Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los demás animales es la conciencia de sí mismo: La capacidad de establecer una identidad y darle un valor. En otras palabras, tú tienes la capacidad de definir quién eres y luego decidir si te gusta o no tu identidad. El problema de la autoestima está en la capacidad humana de juicio. El juzgarse y rechazarse a sí mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente las estructuras psicológicas que literalmente te mantienen vivo". (2001)

Es necesario señalar que esta autopercepción impacta de manera directa en el desarrollo de la habilidad de la asertividad, ya que mientras más pobre sea su autoestima menor será su capacidad de afirmarse positivamente en cualquier contexto.

El autoconcepto personal se revela frecuentemente en la manera en que cada individuo se compara con las personas que le son significativas, las cuales están alrededor de sus vidas. En la docencia no debemos olvidar que se da "el fenómeno de la transferencia, es decir, la proyección de sentimientos, de los pensamientos y de los deseos" (Schoning, 1990, p. 216) que se da entre el educador y el educando.

Por otro lado encontramos que una buena dosis de autoestima es uno de los recursos más valiosos de que puede disponer un adolescente.

Al fortalecer su autoestima, un adolescente:

• Aprende más eficazmente.
  
• Desarrolla relaciones mucho más gratas.
  
• Está más capacitado para aprovechar las oportunidades que se le presenten, para trabajar productivamente y ser autosuficiente.
  
• Posee una mayor conciencia del rumbo que sigue.
  
• Podrá entrar en la vida adulta con buena parte de los cimientos necesarios para llevar una existencia productiva y satisfactoria.

El autoconcepto se define, según María Paz Bermúdez, como "la representación mental que la persona tiene de sí misma" (2000, p. 19), ésta puede cambiar tanto en el profesor como en el alumno tomando en cuenta las siguientes estrategias de Bower y Bower (citado en Elizondo, 1999, p.68):

1. Amplificando lo bueno que hay en el maestro: concentrarse en lo bueno y sacarle toda la ventaja posible, ello evitará la frustración y la depresión.
   
2. Identificar y castigar los comentarios negativos sobre sí mismo: cuando un individuo empiece a hablar sobre su incompetencia o a resaltar algún aspecto que ha identificado como negativo, se obligará a identificarlo como área de oportunidad.
   
3. Es recomendable revisar la autoimagen social: es necesario identificar cómo nos han etiquetado los demás y cómo respondemos a esas etiquetas.

Como profesores estamos sometidos a grandes niveles de estrés, pero cabe señalar que los alumnos también, y eso algunas veces se nos olvida y pensamos "¿qué problemas puede tener un niño, adolescente, o adulto joven?".

Claro que los tienen y el problema fundamental reside en que tal vez no tengan las herramientas para tolerar la frustración y superar el problema como lo haríamos nosotros, ahí es cuando podemos utilizar esta valiosa información para guiar a nuestro alumnos y que nos proporciona.

El Psicólogo de la Red señala que:

Existe una forma muy simple para reclamar tus sentimientos, tus sueños futuros y tus necesidades, se llama "discute las cosas contigo mismo".
Algunas veces los sentimientos son demasiado difíciles de manejar, especialmente aquellos que no son buenos. Nos sentimos muy turbados o temerosos y muy avergonzados o enojados de que el sentimiento se apodere de nosotros. En situaciones como esta, necesitamos una manera de escapar de nuestro sentimiento. Aquí te damos cuatro grandes escapatorias que puedes poner en práctica:

1. Encuentra algo de que reírte
   
2. Enfoca tu atención hacia otra cosa que no sea ese sentimiento
   
3. Medita
   
4. Sueña despierto
   

Algunas veces la mejor manera de escapar de algo, es mirar hacia atrás y enfrentarlo!. Este sueño que tienes despierto te ayuda a enfrentarte al "monstruo" de tu intenso sentimiento.

Existen muchas técnicas de relajación para aprender a controlar el estrés, entre las que se destacan algunos consejos prácticos como:

1. Hacer ejercicio


2. Buscar literatura que hable del tema


3. Identificar alguna actividad gratificante (pintura, cerámica, rompecabezas, etc)

Los asesores u orientadores psicopedagógicos, junto con los profesores de educación física en las instituciones educativas, podrían diseñar un programa de ejercicios encaminados a relajar a los alumnos.

La autoestima es particularmente importante pues puede ser considerado el eje del ser asertivo, del aprender y del aprehender a ser asertivo en un entorno no asertivo. Debe subrayarse la importante responsabilidad de reforzar nuestra autoestima como profesores y del tomar conciencia de que nos guste o no, somos realmente personajes sumamente importantes en la vida de nuestros alumnos, ya que nuestros juicios pueden marcar la vida presente y futura de ellos.

El enseñarlos a manejar el estrés, enseñarlos técnicas de relajación y el compartir el secreto de vivir con entusiasmo, marcará de manera positiva su vida y con ella su capacidad de aprender y aprehender a ser asertivos.

Un profesor con baja autoestima, prejuicioso, estresado y sin entusiasmo, es un riesgo no sólo para sí mismo, sino para los alumnos que toca con juicios que pueden convertirse en decretos en jóvenes que están en el proceso de construir su vida. Por estas razones y por muchas que usted estará pensando, este módulo es un espacio más que de información, es un espacio de reflexión que nos permitirá tomar decisiones si queremos seguir trabajando en la formación de personas asertivas.

Un aspecto muy importante para nosotros como docentes es el entusiasmo.

Entusiasmo proviene "Del latín enthusiasmus, y del griego enzousiasmos, éxtasis, de enzousiadso, estar inspirado por los dioses. Estado de intensa exaltación que experimentan los que están inspirados por la divinidad" (Diccionario Enciclopédico SAURI, 1993).

Analizando esta definición podemos ver que el entusiasmo está dentro de cada uno de nosotros, es decir que el entusiasmo es una decisión personal, pero que como profesores no debemos dejar de lado y debemos enseñar a los alumnos como parte de su formación.

Sólo reflexione por unos segundos y pregúntese:

1. ¿Qué papel juega el entusiasmo del profesor a la hora de planear y ejecutar su clase?


2. ¿Cuál es el impacto en el logro de los objetivos del curso si contamos con un salón de clases lleno de chicos entusiastas?


3. ¿Me considero capaz de generar y compartir el entusiasmo por lo que enseño?

El Entusiasmo tiene valores prácticos según J.V. Cerney (citado en Elizondo, que enlistaremos aquí:

Le presentamos ahora algunas recomendaciones para desarrollar el entusiasmo.